Alrededor del mundo, las industrias han sufrido un impacto severo ocasionado por la pandemia por Coronavirus. La manufacturera ha sido una de las más afectadas, pues impidió que los clientes y productores continuaran con este ciclo de compra-venta.
Para cientos de negocios pertenecientes a la industria manufacturera, el COVID-19 ha significado el cierre, pérdida de empleos, reducción de espacios y otros cambios que ayudaron a crear caos y reducir la producción.
Incrementar el ritmo de trabajo conforme la pandemia avance será necesario para ayudar a los negocios a levantarse.
Según cifras del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), en el Indicador Mensual de la Actividad Industrial referente al primer trimestre del año, solo de febrero a abril de 2020 la actividad manufacturera en México cayó en general 38%, ni hablar de la afectación sucedida en los meses siguientes.
Por ende, incrementar la producción hará que los manufactureros contraten espacio adicional de trabajo, equipo e inventario. Mientras las industrias pueden contratar más personal, el reto principal será el de obtener espacio para expandirse. La construcción de bodegas y almacenes será necesario, pues los ya existentes no parecen ser necesarios en comparación con el trabajo que estos negocios tienen por reponer.
Las bodegas temporales son espacios sencillos y económicos de construir que proveen la posibilidad de construirse a la medida y modificarse conforme a las necesidades del cliente. La industria se ha vuelto muy volátil y la demanda que vendrá después de que pase la pandemia, requerirá de soluciones inmediatas.